
Cuando me puse en contacto por primera vez con Tony Estruch (creador y escritor del libro “Geniotipo: Descubre el genio que hay en ti”) yo no estaba atravesando uno de mis mejores momentos. Acababa de renunciar a un muy buen trabajo de profesora de secundaria en un colegio internacional después de haber vivido en Inglaterra durante ocho años. Era mi trabajo ideal por aquel entonces: enseñar ciencias (biología y geología) en inglés a adolescentes. Sin embargo, renuncié a todo ello por pasar más tiempo con mi hijo, y mi familia de origen, ya que no vivían en la misma ciudad donde estaba trabajando. Con una reciente mudanza de vuelta a mi ciudad natal, y sin trabajo (gracias a Dios que pude contar con la prestación de desempleo), me encontré con una de esas "crisis existenciales de los cuarenta".
Como ya sabes por mis otros artículos, llevo mucho tiempo en el camino del autoconocimiento, y estos dos últimos años han sido claves en este sendero.
Como dicen los que saben del tema, los cambios no son fáciles pero sí muy necesarios, aunque no dicen nada del número de mudanzas que hacen falta para darte cuenta que todo lo material en el fondo no importa, y lo único que realmente es significativo son las personas con las que compartes las experiencias de vida. En mi caso, fueron siete en cuatro años.
Digamos que en la penúltima mudanza (hasta el momento) pasé por una de esas “Noches Oscuras del Alma” que nos hacen resurgir de las cenizas como el Ave Fénix, aunque en algunas ocasiones pueden durar meses e incluso años como dice Aida Qui.
Tras mi adaptación a ser madre primeriza, unido a mi decepción del sistema educativo y sobre todo a la vida laboral, no me quedó otra cosa que seguir formándome. Hice el Máster de Geniotipo (Tony Estruch), Cursos de Educación en Conexión (Beatriz M. Muñoz), Neurociencia aplicada al Día a Día (David del Rosario) y meditaciones, muchas meditaciones (Sergi Torres, Jonathan Lehmann, DavidJi…), además de otras muchas formaciones. Hasta que me di cuenta que la herramienta más importante la tenía dentro de mí. Ya nacemos con ella. Pero se nos olvida con el paso de los años. Quizás no nos enseñaron a conectarnos con ella, o quizás nunca supimos lo que realmente era. Pero estaba delante de nosotros todo el tiempo: el AMOR INCONDICIONAL. No quiero decir que sea fácil conectar con él pero SÍ que es la SOLUCIÓN.
No pretendo decir que soy una iluminada, ni nada por el estilo; ni que soy capaz de vivir conectada a ese Amor Incondicional 24/7, pero las veces que lo consigo se me abre el alma de tal manera, que ojalá todo el mundo pudiera conectar al menos cinco minutos (o uno) al día con ese sentimiento. La verdad es que si todos lo hiciéramos, os garantizo que no nos preocuparíamos en gastar nuestra energía en cotilleos, juicios, o críticas absurdas, ya que solamente estaríamos pendientes de nuestras propias actuaciones y de, como dice la película, Lo bello que es vivir (It´s a wonderful life).
El observarnos en situaciones incómodas. El pararnos, respirar y observar sin juicio, nos hace darnos cuenta que todo son propuestas neuronales, que nada (o casi nada diría el Ego) es una verdad absoluta, que como dice David del Rosario “son propuestas neuronales que le damos la condición de hecho” y ¿realmente merece la pena discutir por ello? Porque en realidad, todo pasa, lo bueno, lo malo, TODO PASA.
Pues bien, lo que me aportó el conocimiento de mis CCI (Capacidades Creativas Innatas) fue el tomar consciencia de mis sombras, inseguridades, y creencias limitantes. Bueno, realmente lo primero que me aportó fue el reconocimiento de mis habilidades y talentos, pero como mi autoestima siempre está en la cuerda floja (sombra de Círculo) me costó reconocerme.
RESULTADO DE MI MAPA DE GENIOTIPO: Soy una mujer de investigación, que ha venido a acompañar, divulgar y comunicar mi propia metodología de autoconocimiento, (pero lo que más me gusta es que) todo lo que tenga que crear y mostrar mío debe nacer del Amor Incondicional hacía mí y lo que me rodea. No es poco, ¿eh?
Bueno, esto es un resumen muy básico, pero una de las cosas que más me gustó fue que el mismísimo Tony Estruch me recomendara que escribiera. Un hombre que no me conocía de nada me dijera que la enseñanza y la creación de contenido eran mi fuerte, que yo había venido a crear mi propio Geniotipo, mi propia herramienta o manera de acompañar a las personas, por supuesto, el oír aquello sacó la naturalidad propia que hay en mí y le dije: “¿se te ha ido la olla?”, jejeje (todavía sonrío cuando lo recuerdo).
Pero bueno, después de varios procesos ansiosos, que tuve que superar gracias a las herramientas con las que cuento [proporcionadas a lo largo de mi vida por grandes profesionales de la psicología holística: Silvi F. y Trinidad G. D. (Sabiduría Matria)] fui capaz de conectar con mi yo interior y tomar las riendas de mi vida. Cuento esto porque considero que es muy importante estar acompañado por buenos profesionales cuando se necesiten. Yo sin ir más lejos desde que conocí la herramienta me he sentido muy bien acompañada por un Coach laboral llamado Javier Hidalgo quién me sigue animando a no tirar la toalla con este proyecto. De hecho, después de una devolución del Mapa del Geniotipo, si no se está en el propósito o necesitamos ver la luz de nuestras CCI, siempre se recomienda un acompañamiento terapéutico para orientarnos a encontrar la mejor manera de ponernos manos a la obra.
Así que por “prescripción facultativa” retomé la novela de ciencia ficción que empecé a escribir en el año 2019, y puedo decir muy orgullosamente, que estamos revisándola para publicarla en breve (aprovecho para darle las gracias a Ana M. Rodríguez Quevedo por su gran labor).
En resumen, saber mis CCI me ha dado el empuje que necesitaba para estar en mi propósito de vida o en mi sentido de vida. Puede que a ojos externos, dentro de esta sociedad que nos ha tocado vivir, sea una fracasada porque no tengo propiedades, pareja, ni trabajo fijo, pero os aseguro que si cierro los ojos y pienso en la muerte: ESTOY EN PAZ. En la actualidad no habría nada que cambiaría si me dijeran que me quedan 2 días de vida, seguiría disfrutando de mi hijo, de mi familia, de mis amigos. Seguiría escribiendo y ayudando a las personas con las que me cruzo a encontrar ese Amor Incondicional en la vida misma. Y por supuesto, seguiría confiando en que Dios, el Universo o la Vida me proveerá de todo lo que necesite, como hasta el día de hoy lo ha hecho.
Gracias por formar parte de mi realidad.
Hermoso artículo, creo que pones voz a lo que muchas círculo sentimos cuando encontramos nuestro lugar con esta herramienta. ¡Ole tus capacidades! Felicidades por ese libro, cuando hacemos las cosas de corazón, con amor, ese amor regresa a nosotras en forma de abundancia. Te deseo todo el éxito del mundo, compañera.
Tu historia es un testimonio del poder transformador del autoconocimiento. Al compartir tu experiencia, estás ayudando a muchas personas a conectar con su propio potencial. Tu mensaje sobre el amor incondicional y la importancia de vivir en el presente es un regalo invaluable. ¡Estoy segura de que tu trabajo inspirará a muchos a vivir una vida más plena y significativa!. ¡Deseando leer tu novela!. Cuéntanos más...